A Pedro Sánchez: "Abandona la idea de pactar con comunistas"

Con todos mis respetos, Don Pedro Sánchez:

He seguido con cierto interés, mejor diría con cierta curiosidad, el proceso previo y posterior a las elecciones del pasado 20D. En el previo ya se sabe: promesas, planes de desarrollo, debates decisivos que no fueron tales, culminando con el que mantuvisteis Rajoy y tú; con insultos personales. El proceso posterior se define con una palabra; decepcionante. 

Que a los tres meses del 20D, estemos todavía sin gobierno, nos lleva a una conclusión: ninguno de los cuatro aspirantes a la Presidencia del Gobierno tenéis talla de político con mayúsculas, prima más el interés personal que el interés por España. De los cuatro me ha llamado la atención tu personalidad, tu doble personalidad. Por una parte, pareces un niño en edad de creer en los Reyes Magos, soñando con él juguete que le traerán, que en tu caso es el de presidente del Gobierno de España. La otra personalidad es bastante más preocupante; el hombre que con tal de conseguir sus objetivos está dispuesto a hacer lo que sea, sin reparar en nada más. 

Como recordatorio de su memoria creo que es suficiente. Intentaré concatenar estos hechos con la situación actual. Don Pedro, está usted jugando con fuego en un desesperado intento de conseguir su utópico sueño. Es como si estuviera en una fase del “delirium tremens “, en la que no admite lo que es una evidente realidad. Ha obtenido usted el peor resultado de unas elecciones legislativas para su partido, y en vez de retirarse de la política, con lo que hubiera dado una muestra de inteligencia, intenta conseguir la presidencia del Gobierno, para lo que no duda en poner en manos de Podemos, que es tanto como decir en manos del comunismo, el futuro inmediato de España. Sería muy triste que después de más de 80 años la bandera de la hoz y el martillo ondeara en el entorno de la Presidencia del Gobierno.

El comunismo no olvidará nunca la derrota que sufrió en España e intentará desestabilizarla por todos los medios a su alcance. No lo conseguirá. La historia nos demuestra que frente a ese muro se han estrellado y lo seguirán haciéndolo todos los que intenten derribarlo, y la historia ni se puede cambiar, ni si quiera deformarla. La historia se escribe con tinta indeleble, y en ocasiones con gotas de sangre como ocurrió en la España del 36 al 39 o en la Europa del 39 al 45, y lo hace sobre los surcos que labran el paso de los años en el alma del hombre. Don Pedro Sánchez, aparte de su mente la idea de pactar con quién sumió a España en un baño de sangre. De lo contrario sería usted recordado como uno de los personajes más detestables que haya habido en la política española. Mis convicciones personales me impiden desearle ningún mal, pero si le diré que su conciencia se lo recordará toda la vida, negándole la paz tan necesaria para vivirla, paz que yo le deseo de todo corazón.