Neymar, un mal negocio

Neymar ha sido un mal negocio aunque deje una deslumbrante cantidad de dinero (a la que habrá que descontar toda la inversión realizada, cuya cantidad exacta todavía no sabemos) y la última tomadura de pelo de 26 millones de prima de renovación, difícil de entender en estos momentos. El superávit, si lo hay, debe ser ordinario, con amortizaciones aparte e ingenierías financieras que no entiende nadie-

El balance deportivo, aun siendo correcto, nos dice que el máximo rival ha aumentado la ventaja en Europa durante los cuatro años de la 'perla brasileña'.

Pero lo peor ha sido el coste en prestigio e imagen que le ha supuesto este futbolista al FC Barcelona, con litigios, juicios, demandas y el presidente encausado y comprometido a pactos humillantes. Esto, sobre todo, ha sido tan negativo que me atrevo a decir que quizá sea el mayor fiasco que ha tenido que soportar el club.

Se ha borrado Qatar de la camiseta y nos han levantado a Neymar, y no me cabe duda de que, con dos o tres años menos, la diana hubiera apuntado al argentino. Eso ya lo deberían haber previsto los gestores del club cuando en la última renovación solo le aumentaron la cláusula en 30 millones. Una mala gestión, a no ser que ya les venga bien y, por qué no, quizá también al Barça. Fuera catastrofismos.

Lo siento por la directiva pero este asunto es un lastre que seguramente pasará factura. El Barça ha de volver a ser el Barça de identidad propia, y más allá del acierto o no en los fichajes, resulta que últimamente anda desorientado con la política de cantera, que es lo único que puede hacer frente al tsunami.