La traición, la mayor miseria de los humanos

El 'Tratado sobre la mentira', de Miguel Catalán, alcanza el volumen XII con su análisis de 'La traición' (Verbum, Madrid 2020). Con qué clarividencia calculó los tiempos, porque hoy no hay un tema de mayor actualidad.

Puede leerse de un tirón, aunque hacerlo despacio permite sacar todo su jugo. Lo leerá cualquiera que guste recordar la historia de nuestros antepasados, que se corona con la actualidad. Su gran virtud es la exposición, tan didáctica, de los contenidos. 

La esencia de la traición es "hacer el mayor daño a quien nos ama y hemos amado", por eso lo entregamos ('traditio'=entrega). Merece repulsa y condena. Se puede traicionar "al grupo social, a la patria, o al Estado", o a cualquier grupo al que pertenezcamos y a uno mismo. Judas es el símbolo de la traición en Occidente, cuando entrega a Jesús a la muerte. Aquí emprende el autor un análisis hermenéutico breve y profundo. No fue el ansia de dinero, ni el diablo quienes movieron a Judas, sino condiciones como la confianza de la víctima, su indefensión, la inversión afectiva, el fingimiento y la incongruencia, que le llevó a ahorcarse. El motivo principal de la traición de Judas y de Bruto es la "asimetría de los bienes y los dones", la diferencia entre lo que uno da y otro recibe.

El modelo más actual de traición es Umbral con Cela ('Cela, un cadáver exquisito'). La ironía del título es nimia en relación con el contenido. Aquí se encuentran todos los rasgos de la traición. Hubo amistad profunda entre los dos, amor paternal por parte de Cela, dones y gratitud, humillación y dignidad herida, afirmación de dos personalidades, venganza y traición 'post mortem'. Todo ello contrasta con la posición de Matute, la sorpresa de Ruiz Mantilla y la comparación de Trapiello entre armas y letras.

Erudición, pedagogía, estilo y sabiduría sobresalen en este ensayo. Hay que leerlo, nadie se arrepentirá de hacerlo, porque será pagado por los conocimientos del autor, que abren la mente.