La tesis electoral de Sánchez por 'whatsapp'

Últimamente, recibo excesivos datos, que no información, por este medio tan rápido como tramposo llamado WhatsApp. Suerte que próximamente se incorporarán los emoticones egipcios que me liberarán de la ordinariez de escribir para humanoides. ¿Por qué le cuento esto? Verá, el otro día irrumpió en mi ordinaria vida un panfleto digital donde un hombre desesperado demandaba mi voto para votar a miss planetaria a la hija de alguien. Decidí bloquearlo.

Señor Sánchez, le reclamo su tesis electoral por WhatsApp, ya. Hable con sus socios de los Mayos, hambrientos con los de los lazos de quita y pon, y con todos aquellos que quieren hincar el diente en el chiringuito que tienen montado entre todos. Señor Sánchez, por decretazo, le insto a dejar de moverse como un teleñeco porque se ven los hilos. Controlar el titubeo de su mirada y el de sus manos, y deje de ser un bot y de plagiar al último pseudodemócrata norteamericano: la gran marioneta marketinianaque iba para actor, también, y que, al final, quedó en un I can. Despida a todos sus asesores sin indemnización: no.

Señor Sánchez, sin ruegos, le exijo poder ejercer el derecho de sufragio universal que me otorga la Pepa. Su socialismo adulterado no me lo ha permitido por muy mesiánico que se ponga. Al final, un voto no hace gobierno, pero muchos votos como el mío, único e innegociable, le ayudarán a aparecer en algún libro de historia como presidente del Gobierno español, ese mantra que no cesa de repetir; aunque le recomiendo que negocie con algún traductor que no le traicione con su título y acabe nombrándolo interino de la Moncloa.

Tenga coraje y expóngase a la votación del pueblo, que somos los únicos con los que debe negociar. Abandone su proselitismo y los castings parlamentarios. Le animo a que, con un simple mensaje sin coste para no malgastar el presupuesto de todos, podamos decidir libremente si se queda o se va.

Y, por último, por favor, redecore la Moncloa y retire la alfombra roja de los premios de actor secundario por urnas democráticas. Deje de jugar a ser el protagonista de esta España ninguneada.