"Entender el trumpismo"

Para entender la política de Trump, si es que se pretende detectar algo de previsibilidad en sus movimientos, no hay que hacer como de costumbre, que se concede a la política el derecho a ser hipócrita (aún más, se le exige serlo). Más bien hay que entenderlo como algo simple (libre de incertidumbre). Hasta ahora, las relaciones entre países eran complejas debido principalmente a la exagerada hipocresía a la que a todos nos tenía acostumbrados la diplomacia. El hecho de que la delincuencia haya campado a sus aires, más o menos como una institución paralela a los estados, con sus propias reglas, ha generado unas especie de 'normas fácticas' que subyacen a toda institución, creando su propio espacio 'institucional'. Esta sociedad del crimen opera, desde mediados del siglo XX, igualmente globalizada. Terroristas que comercian con armas, información, etc., mafias que comercian entre ellas, paraísos fiscales, etc., y también el hampa convencional, con sus ladronzuelos, bandas, etc., que contagian su 'modus operandi' a medida que se aprecian eficientes.

Si para el siglo pasado a Hitler le antecedió Mussolini como referente político, a Trump le antecede Nayib Bukele. Quien haya escuchado sus discursos apreciará un paralelismo, salvando las distancias culturales y el abrumador abismo que les separa en cuanto a poder e influencia. Bukele expresa lo que el pueblo quiere oír: se acabó la delincuencia, da igual el grado, aunque eso suponga perder libertad. EEUU no es El Salvador, a Trump lo ha votado su gente para eliminar la delincuencia en EEUU, pero gran parte de esa delincuencia proviene de esa sociedad del crimen paralela que opera en todo el mundo. De ahí lo directo de su discurso a sus homónimos: o lo haces tú o lo hago yo. ¿Primero será Venezuela? ¿Después México? Que toda Latinoamérica se prepare para recibir al 'sheriff' (en Oriente medio ya se encarga Israel) ¿Y de Europa? ¿Quién será el Bukele europeo?