El arte de pedir disculpas sin arrepentirse

El concepto inglés non-apology apology, hace referencia al hecho de pedir disculpas sin manifestar arrepentimiento. Se trataría de que, por ejemplo, si alguien atropellase una persona en un paso de cebra, lamentase que al sensible peatón le dolieran los huesos rotos y no que le hubiera atropellado.

Esta 'no disculpa' es muy común en política, donde a menudo escuchamos el 'lamento si alguien se ha sentido ofendido', pero no dicen nada de que lamentan ser machistas o racistas o homófobos. Por ejemplo, Donald Trump no quería que nadie se ofendiera por sus comentarios machistas donde presumía de abalanzarse sobre toda mujer guapa a su alcance. Ante la polémica generada, míster Trump dijo que era una conversación de hombres y que se disculpaba si alguna mujer se había ofendido. Nada dijo de que lamentaba ser un acosador y un machista. Les parecerá a ustedes algo muy propio de míster Trump, pero este mismo fin de semana ha ocurrido en Catalunya.

El profesor Jordi Borrell realizó comentarios homófobos e insultó a Miquel Iceta. Ustedes dirán que es una vergüenza que un profesor universitario piense así y que debería ser expedientado y relevado de su puesto (y tienen ustedes razón). Pues ni corto ni perezoso, el profesor Borrell, cuando observó la indignación generada, lanzó una no disculpa. El profesor nos hace saber que lo lamenta si alguien se ha ofendido. El profesor no lamenta ser un homófobo, lamenta que la gente en sus casas se ofenda. Señor Borrell, usted es un homófobo y eso no tiene disculpa.