"A veces, te llamas a ti misma 'zorra' y te empoderas, porque ya no te afecta su significado"

No es la palabra "zorra" la que empodera. Claro que no. La historia no va por ahí. El empoderamiento viene cuando consigues quitarle el poder, la connotación que tiene esa palabra cuando te la susurran entre dientes, cuando te la gritan para que te quede bien clarito: "Eres una zorra" con todos los matices, connotaciones y significado que, a quién la escupe le dé la gana (porque le da la gana)

Pero a veces, porque por suerte hay ese "a veces", que ojalá llegue a estar "siempre", levantas la cabeza y le quitas la palabra de la boca, la vacías de significado y te la haces tuya. Y te llamas a ti misma zorra. Y ya no es que te denigres, es que te empoderas porque ya no te afecta, porque ya no te duele y porque te provoca risa. Ya no te afecta. Ya no te altera. Ya no te asusta. Es una pequeña victoria. No nos la quitéis a quienes la hemos logrado.