"Centros de día para mayores"

Escribo este texto desde el más profundo agradecimiento al centro de día para mayores Cal Janus, de Badalona.

Tengo a mi madre diagnosticada con esa maldita enfermedad que hace que las personas, poco a poco, pierdan la memoria y dejen atrás sus recuerdos. Hasta hace pocos días vivía sola y la ayudaba en todo lo posible, en lo que necesitaba y en lo que me enteraba, si ella y sus circunstancias me lo permitían.

Pero, en los últimos tiempos, todo ha sido muy rápido y ya no podía vivir sola. La llevamos a mi casa, aunque no fue fácil, y además necesitábamos un lugar donde pudieran ayudarla también. En el mundo actual todos tenemos que trabajar y la vida debe continuar, por muy duro que se nos ponga el camino.

La cuestión es que, a través de la asistenta social de mi ciudad, conocí el centro de día Cal Janus y se han convertido en la luz al final del túnel. Mi madre, al principio, no quería oír hablar de ir, pero finalmente, tras mucho esfuerzo por hacerle entender lo que su mente ya no comprendía, empezó a asistir.

Gracias, Emma, Oriol y Albert, que sois la cara visible en mi caso. Mi madre está muy contenta de ir a Cal Janus y yo estoy encantada y, sobre todo, tranquila. Todas las personas que se dedican a cuidar a nuestros mayores suelen ser gente que realmente los cuida, aunque algunas noticias en la prensa o la televisión muestren a esa pequeña minoría que merece nuestro desprecio y que tanto daño hace.

Termino mi carta volviendo a agradeceros todo lo que hacéis por nuestros mayores. Por mi parte, estaré eternamente agradecida.