Carta de un lector: Ada Colau, la bandera de la cercanía

El confinamiento muestra la inmensa vulnerabilidad de gran parte de la ciudadanía: autónomos y pequeñas empresas que bajan la persiana, gente sin empleo, familias sin recursos para sobrevivir, la sanidad colapsada. El Ayuntamiento de Barcelona ha sido la institución que se adelantó mejor que nadie al dantesco escenario y quien con capacidad de reacción supo adaptar su complicada maquinaria a la situación.

Ada Colau ejerce su acreditado liderazgo con innata capacidad para identificar, diagnosticar y clasificar problemas; aportando soluciones rápidas y eficaces y. lo que no es menor, explicándolo a la gente con la ventaja y confianza de la rendición de cuentas transparente. Colau ha gestionado con talento y habilidad el papel de interpeladora de las otras instituciones, asentando la idea de que la crítica firme y la colaboración leal pueden ir de la mano. 

Su manera de visibilizar el tema de las residencias de ancianos ha sido magistral y su juego de posición de buena estratega ha servido para diseñar puentes con los 'comunes' del gobierno estatal. Se sabía respaldada por un potente equipo de concejales y concejalas y ha puesto en valor la extraordinaria capacidad de la maquinaria municipal. Esto ha servido para que trabajadoras y trabajadores del ámbito municipal, dejándose la piel, reactiven su autoestima.

Es la ventaja que te da la práctica diaria, el municipalismo en carne viva, el feminismo que otorga fortaleza, la cercanía con la gente el ir a barrios a darle la voz a vecinas y vecinos. Mientras otros se dedicaban a envolver mascarillas, tests y polémicas en banderas rasgadas y troceadas de intereses, Ada Colau supo ver que la bandera que más aglutina en estas situaciones a la gente es la de la cercanía. Así lo recogen las encuestas.