Llega el cambio de horario

Este fin de semana adelantaremos nuestros relojes y situaremos las manecillas dos horas por delante del horario sol.

La España peninsular, por su longitud en el mapa, debería emplear el huso horario de Greenwich y no el de Europa Central, igualando la hora con el Reino Unido, Portugal o las islas Canarias. Lo envidiable sería dejar quieto el reloj para siempre en una hora de adelanto con el sol, como en invierno, y no alterarla más. Así nuestro ritmo circadiano --el peculiar reloj interno que controla nuestra cadencia de sueño y vigilia-- estaría más acorde con el ciclo solar, sin soportar cada seis meses un trastorno añadido que, aunque en la mayoría de la población no tiene casi efectos, a niños, ancianos y enfermos puede provocarles desórdenes durante seis semanas.

Además, como las supuestas cifras de ahorro energético no son concluyentes, es el mejor momento de abordar, con responsabilidad, el sentido del huso horario que mantenemos y sus cambios estacionales.