El veto a Miquel Iceta: sorpresa ante la sorpresa

"El sectarismo se ha impuesto a la legalidad". Esto ha dicho Miquel Iceta tras el veto recibido por el independentismo para ser presidente del Senado.

¡Bienvenido a la realidad, señor Iceta!

Y es que en algunos medios he oído rumores de que todo esto es una estrategia del PSOE y Esquerra para hacer ver que no hay nada pactado para sus respectivas parroquias. Esto no lo sé. Lo que sí que sabemos todos, pues lo hemos visto en todos los medios, es el veto de los grupos independentistas al nombramiento de Iceta como presidente del Senado.

Curiosas las palabras del señor Iceta, y las del presidente Sánchez, llenas de indignación. Esto me demuestra que Sánchez sigue creyendo que con él de presidente, y con el diálogo y la "terapia del ibuprofeno" para desinflamar, va a hacer que dos millones de personas que no se sienten españolas, ni quieren saber nada de España, cambien de opinión. Porque yo lo valgo.

Yo ya he dicho en más de una carta en este diario que, llegados al punto al que hemos llegado, no veo más solución que un referéndum pactado, en el que la gente pueda expresarse. Todo lo demás me parece pan para hoy y hambre para mañana, y seguir alargando un conflicto que tiene visos de empeorar si no hay un referéndum.

Esto es lo que me parece que Sánchez no quiere entender. Me da que está actuando de forma soberbia al creerse que él puede encauzar un problema que no pudo arreglar Rajoy. Y yo creo que no se trata de esto.

Además, yo siempre he mantenido que el supuesto diálogo que reclama el sector independentista es falaz, y ahora lo han vuelto a demostrar con el veto a Iceta, y me sorprende que tanto a Sánchez como a Iceta les haya sorprendido esta actitud.

Aquí no cabe más que un 155 profundo si la cosa se vuelve a ir de madre, y un referéndum en el que todos los catalanes decidan si quieren seguir perteneciendo a España o ser una república independiente.

Si Pedro Sánchez mantiene que no va a haber referéndum, y que con una de cal y otra de arena va a contentar al independentismo, se va a encontrar en el futuro con el mismo problema que se encontró Rajoy, como presidente de izquierdas socialista que igual tendrá que activar otra vez el 155.

Diálogo sí, pero tiene que haber referéndum.