"El vandalismo y la dejadez han obligado a cerrar los ascensores de la Rambla de Sants"

Lo saben desde hace meses, conocen el problema y no han hecho nada... Los ascensores de acceso a la Rambla de Sants están siempre parados, estropeados. El vandalismo y la dejadez consistorial han provocado que la conselleria de Industria bloquee y detenga un elemento indispensable para mucha población con movilidad reducida o mayor.

Lo hice ver en una entrevista sobre la zona, anunciaban en una etiqueta que el ascensor no cumplia las directrices y sería bloqueado si en seis meses no se solucionaba la averia.. Lo que ha sucedido ahora era la crónica de una muerte anunciada, dos bandas de plástico bloquean el acceso.

Unas semanas antes, unos niños -al menos de día- jugaban a pillar usando el ascensor mientras los padres charlaban de sus cosas mirándolos. Otras veces, de madrugada, se aprovechaban como urinario público; otras revientan las puertas o los cristales...

Se ha perdido la conciencia, el respeto por lo ajeno. La Rambla y las calles adyacentes son autopistas para cacos que estiran bolsos y móviles y, con sus patinetes o bicicletas, huyen mientras la impotencia se adueña del barrio (muchos se plantean ya darles un empujón para que se caigan y recuperar lo sustraido).

Los ascensores, testigos mudos de la degeneración y cómplices de huídas, han sido abandonados. La falta de civismo no tiene color ni nación pero sí edad, el respeto por lo ajeno como si fuera propio, o como dice el dicho "no hagas a otros lo que no quieras para ti" se ha ido por la alcantarilla del olvido.