La urgencia empática de la Sanidad

La Sanidad y todo lo que esta conlleva no es del gusto de nadie. Dolor, pinchazos, condescendencia e interminables esperas en salas que parecen sacadas de una novela de Edgar Allan Poe no son el mejor escenario para pasar el día.

Lo único que se pide es respeto y un mínimo de empatía ya que después de más de un día en urgencias lo que menos apetece es la condescendencia del personal que no sabe priorizar un expediente de otro.

El paciente no pretende molestar y, precisamente por eso, no se quiere sentir como si lo hiciese. Se encuentra mal y está incómodo, no nos hagan sentir como si estorbásemos y como si ustedes tuvieran mejores cosas que hacer, ya que no estamos allí por gusto y no tenemos la culpa de su situación laboral. 

La mala gestión de los centros médicos y la falta de presupuesto no es culpa directa del personal que trata con pacientes pero lo único que se pide es un poco de humanidad, que no nos traten como bultos y que no nos ignoren como si fuéramos muros de hormigón. 

Vayan más allá, observen si los pacientes necesitan ayuda pese a no ser prioridad según una lista e investiguen más.