La Sagrada Família siempre ha aportado beneficios a la ciudad

El 19 de octubre leí en EL PERIÓDICO un artículo y una opinión respecto a la regularización de las obras de de la Sagrada Família, después de 133 años. Me gustaría manifestar mi opinión al respecto.

A mi entender, ha habido dos momentos a todas luces fatídicos respecto a la construcción de la basílica. El primero fue la quema por parte de iconoclastas anarquistas de documentos muy importantes e históricos, no solo del templo, sino además de la extensa obra de Gaudí. Un legado que hoy sería digno de tener en un museo.

En segundo lugar, la construcción por parte de Núñez y Navarro de viviendas en una zona que no se podía edificar porque formaba parte del espacio vital para su construcción, pero a pesar de ello se dio permiso por parte del Ayuntamiento de Barcelona.

Hace años, EL PERIÓDICO publicó un reportaje en el que una propietaria manifestaba que en el documento notarial de compra de su piso constaba la condición de que cuando lo precisaran las obras del templo, estas viviendas tenían que desaparecer. Esto se puede comprobar a través de la hemeroteca. No ha sido así, a Dios gracias, pero no cabe duda de que el Ayuntamiento está obligado a dar facilidades y colaborar en su final de la construcción.

Asimismo, otro artículo manifiesta que las obras no han aportado ni un céntimo; sin embargo, la Sagrada Família es un icono único a nivel mundial, que aporta, ha aportado y aportará en un futuro la gran cantidad de personas que vienen a visitarla, con los beneficios que produce a la ciudad, a sus ciudadanos y de manera indirecta al Ayuntamiento.