"No es adecuado que el PP pretenda llegar al poder a base de destrozar al adversario"

Cuando Pedro Sánchez, Casado y Pablo Iglesias llegaron al Parlamento tras la salida del Partido Popular del Gobierno y la marcha de Mariano Rajoy, con la 'Gürtel' como telón de fondo, vivimos unas semanas de esperanza: parecía que España quería deshacerse de la corrupción. Seis años después, los datos revelados por la Fiscalía Anticorrupción muestran que el problema sigue estando ahí y, además, continua en aumento.

Este 'statu quo' actual se agrava aún más con el “todo vale”, una tensión política desmedida y un Parlamento donde el insulto y la descalificación del contrario son lo habitual. El enfrentamiento entre Feijóo y Sánchez es idéntico al de republicanos y demócratas en Estados Unidos. Por lo tanto, y recordando las recientes imágenes de algunas calles de Los Ángeles (EEUU), vale la pena, por el bien de todos, empezar a reflexionar en serio.

Que el programa del PP se límite a destrozar al adversario no es el método político más adecuado para llegar al poder. Los ciudadanos españoles, que precisamente estos días estamos arreglando nuestros papeles para entregarlos a Hacienda, no nos merecemos este lamentable y triste espectáculo.