"No somos ATS, somos enfermeras"

¿Por qué todavía en pleno siglo XXI tenemos que seguir recordando que la profesión de ATS no existe y que este término le hace mucho daño a la enfermería? Todo esto viene al hilo de un artículo sobre el golpe que dejó a Fernando Torres tendido en el suelo el pasado 2 de marzo. No voy a entrar a valorar la actuación de los compañeros de Torres, puesto que en medios y en redes sociales numerosos compañeros, tanto médicos como enfermeros, hemos recordado que la lengua no se traga, y que la actuación no fue la correcta ante una persona inconsciente que respira y tiene pulso tras un fuerte golpe.

El motivo para escribir esta carta es por una frase que aparecía en dicho artículo, y cito textualmente:”Sime Vrsaljko y Gabi ejercieron de improvisados ATS sobre el campo”. Ante esta frase, la comunidad tuitera de enfermeros nos quedamos ojipláticos. Contactamos con el autor del artículo, quien nos dijo que había querido hacer un símil. Los 140 caracteres de Twitter permiten contactar con el autor, pero se quedan cortos para poderle explicar el daño que hace ese término a nuestra profesión, por eso le escribimos tuits, no para poner en entredicho su trabajo.

El término ATS dejó de existir en 1977, cuando la enfermería pasó a ser una carrera universitaria, con funciones propias y científicas que no poseían los ATS, al margen de las interdisciplinarias; pero, a pesar de ello, en múltiples consultas (privadas), uniformes, placas identificativas de hospitales e instancias de oposiciones y bolsas de empleo, aparece la palabra ATS, como sinónimo de enfermera. Esto es algo incomprensible, y más aún cuando luchamos por hacer la enfermería visible, porque hace muchos años que dejamos de ser unos simples ‘ayudantes’ para tener una carrera científico-técnica, con un peso importante en la atención sanitaria e incluso en la investigación.

Por este motivo, el uso del término ATS nos hace enfadar, porque no comprendemos qué símil se quiere hacer con un término que dejó de existir hace 30 años y porque, igual que los periodistas, o cualquier otro colectivo, piden respeto, la enfermería también.

Estamos cansados de tener que luchar diariamente contra todos los clichés que nos rodean y las denominaciones erróneas que nos persiguen, como la de ATS. Lo único que pedimos es cambiar la palabra ATS por otra más acorde, correcta y actual: somos enfermeras.