Contingut d'usuari Aquest contingut ha estat redactat per un usuari d'El Periódico i revisat, abans de publicar-se, per la redacció d'El Periódico.

Aparcar de oído y con bola de remolque

Hace algunos días, paseando presencié un singular aparcamiento en cordón.  Era un Ford de tamaño medio. Pensé: “Muy justito entra este en el hueco”. Seguí andando y oí a mis espaldas un golpe. Me giré y vi un Ford que le había metido la bola del remolque en el parachoques delantero del coche que estaba aparcado. Le había hecho una marca importante, pero el Ford siguió haciendo maniobras sin inmutarse; con el de delante no golpeaba, pero con el de detrás, lo hacía en cada una de ellas. Cada vez que maniobraba hacia atrás, se oía un golpe. Su bola trasera le protegía. Además, no era muy hábil en el aparcamiento.

Entretots

Publica una carta del lector

Escriu un post per publicar a l'edició impresa i a la web

No pude evitarlo e, imprudentemente, le dije al conductor: “Tenga cuidado, que está destrozando al coche que tiene detrás”. “A ti qué te importa, ¿es tuyo el coche?”, me respondió el conductor.

Esperé a que se fuera y deje en el parabrisas del coche golpeado una notita con el número de matrícula del coche de la bola. Y me fui pensando que el culpable de todo esto son las compañías aseguradoras, por descontar en los seguros el ‘bonus malus’, es decir, aquel por el que, si no tienes accidentes, te descuentan una cantidad importante de la póliza. Ellos están promoviendo la mentira y los daños a terceros.

Pensando, llegué mas allá en las responsabilidades a tener en cuenta, ya que es el Estado quien debe velar por los intereses de todos nosotros, y entre ellos está el dueño del coche golpeado por otro con bola.

Hay bolas de remolque desmontables. Pues, que se obligue a los conductores que la llevan en su coche a desmontarla mientras no lleve remolque. A ello se tendría que dedicar también la policía ya que, para más  ‘in ri’, hay terceros perjudicados.

Participacions delslectors

Mésdebats