"Hay que luchar por la paz, la calidad de la democracia y la dignidad del ser humano"

No hay ningún motivo que justifique una guerra ni los actos absolutamente deleznables de grupos terroristas, ni el afán imperialista de líderes perpetuados en el poder. Miles y miles de vidas inocentes se ven truncadas y el final de cualquier guerra es muerte, destrucción, ira y resentimiento que se transmiten durante generaciones. Debemos luchar por el diálogo y la paz.

No hay ningún motivo para estar votando continuamente. Nuestros políticos no entienden que convocándonos a las urnas cuando les plazca corrompen el mecanismo principal de una democracia: las elecciones. Nosotros deberíamos no abstenernos cuando toca y ellos deben interpretar correctamente el resultado, no traicionarlo llegando a los acuerdos que sean necesarios y no pervertir el mandato de las urnas. Debemos luchar con uñas y dientes por la calidad de la democracia.

No hay ningún motivo para tenernos miedo los unos a los otros, debemos mirarnos de frente y entendernos, respetar nuestras diferencias y compartir lo bueno del otro y, sobre todo, pensar de forma global, no individualista. ¿Han escuchado a una de las mayores fortunas del mundo exigiendo pagar más impuestos en una reunión de mandatarios mundiales?

Debemos entender que la vida no puede ser vivir en una pequeña isla rodeada de guerras, miseria, hambrunas..., de manos estiradas pidiendo algo o alguien a qué aferrarse, pidiendo simplemente vivir con una mínima dignidad. Debemos luchar por la dignidad del ser humano. Luchemos para que paz, democracia, dignidad y humanidad no sean solo grandes palabras vacias de contenido.