La demagogia de Arrimadas sobre la palabra 'odio'

Es muy triste oír a la señora Arrimadas como maneja la palabra "odio" de manera tan reiterada, demagógica y partidista. Es posible que haya determinadas personas que reflejen odio en sus miradas cuando la líder de Ciudadanos irrumpe en una población mayoritariamente catalanista con ánimo de provocar y buscar notoriedad, empleando un discurso hostil que se repite de manera constante y sin escrúpulos.

Estoy convencido de que el sentimiento mayoritario hacia esta persona no es de odio, sino de rabia; rabia de constatar que un personaje que hace poco más de una década que reside en Catalunya, desconoce realmente -o se empeña en ignorar- la esencia arraigada de la convivencia que ha presidido desde siempre nuestra población.

Rabia porque precisamente el partido Ciudadanos nació con la clara intención de quebrar esta convivencia; para sembrar y generar el odio del "a por ellos", ese odio que ella pretende atribuir a una ciudadanía de distinta procedencia, que ha sabido permanecer cohesionada a lo largo de los años.

Más allá de actitudes más o menos comprensibles para impedir la independencia, no existen precedentes en la historia de Catalunya, salvo el del dictador, sobre la existencia de alguien que haya venido de fuera con el claro objetivo de destruir algo tan noble y natural, intrínseco de un pueblo, como es la catalanidad. No, señora Arrimadas, no es odio: es un sentimiento de rabia y de tristeza.