"El independentismo sigue vivo"

Políticos y periodistas dicen que el independentismo se ha acabado, pero que no estén tan seguros, por una razón muy simple: la independencia es la única salida lógica para Catalunya… y para cualquiera con sentido común.

Quién puede querer vivir en un país donde el jefe del Estado está exiliado por corrupción y los partidos políticos son completamente corruptos, porque la corrupción forma parte del ADN nacional desde hace siglos.

Quién puede querer vivir en un país donde las leyes están pensadas para castigar a los robagallinas y no a los grandes ladrones o defraudadores, y donde la Iglesia hace más actividad política que religiosa.

Quién puede querer vivir en un país donde los jueces son los primeros que no cumplen con las reglas, ya que no hay proceso que no se filtre para que se cumpla, al menos, la condena del telediario.

Quién puede querer vivir en un país donde se venden más periodistas que periódicos, donde los okupas tienen más derechos que los propietarios, y donde el lema de las FFSS es “todo por la patria” en vez de “servir y proteger”.

Quién puede querer vivir en un Estado cuyo ejército tuvo que ser casi desmantelado porque desde hace un siglo había convertido al pueblo español en su único enemigo.

Quién puede querer vivir en este Estado, creado en 1939 por traidores a España, que no aceptaron ni la libertad ni la democracia y asesinaron a miles de españoles durante 40 años para poder robar impunemente.

Quién puede querer vivir en este reino de mediocridad, porque aquellos traidores sustituyeron a todas las primeras figuras de empresas, universidades y escuelas por cómplices de la traición.

Pero, si tan convencidos están de que el independentismo se ha acabado, ¿a qué esperan para hacer un referéndum en Catalunya?