"Dos muertes de la escena"

No hay mayor desgracia que perder la vida cuando esta te puede ofrecer mucho más, especialmente si te has consagrado para un proyecto en firme. Y más si te exige continua renovación o continuidad de la experiencia. El arte escénico exige, para su plasmación, una firme y constante personalidad.

Y no hace muchos días el arte de la escena perdió, lejos de aquí, en este conflicto que continúa ensangrentado miserablemente a Europa, al joven actor de 32 años Yuri Felipenko, que ha fallecido en el frente. Había actuado con éxito en la televisión ucraniana y tenía muchísimo que ofrecer.

Hace más de ochenta años, en 1938, un bombardeo acabo con la vida del actor y director barcelonés Andreu Guixer Busquets, uno de los primeros defensores del teatro de aficionados, alcanzando más tarde el mérito de llevar a escena autores inéditos. Interesado en el alcance de la cultura para toda la gente, consiguió hacer representaciones por la mañana los días festivos, sin más fin que el tesoro de la escena fuera compartido por cualquier persona, fuera la que fuera su formación.

Leí estás biografías no hace mucho y les veo una similitud. Las repugnantes guerras no podrán jamás frenar la digna y fuerte esencia de la cultura.