"Nuestra identidad no debería depender de lo que está 'de moda'"

Las redes sociales han convertido la identidad en algo visual: cada día surge una tendencia distinta ('clean girl', 'blokecore', 'coquette', 'sad girl', 'gym bro', etc) que parece decirnos cómo vestir, cómo hablar y hasta cómo sentir. Se nos invita a elegir una estética para definirnos, pero al final todos terminamos pareciendo similares, todos uniformados por las mismas reglas invisibles.

Muchos dedicamos horas a cuidar nuestra imagen, ensayando posiciones, gestos y estilos que las redes reconocen como "auténticos". Y aunque probar tendencias puede ser divertido, existe una presión constante: que la apariencia sea convincente y atractiva. El riesgo es que la imagen pese más que la persona. No se trata de rechazar la moda, sino de no olvidar quiénes somos fuera de la pantalla. Creo que necesitamos recordar algo muy sencillo: nuestra identidad no debería depender de la aprobación de los demás ni de los algoritmos que marcan lo que está "de moda".