"Adelantando y retrasando agujas no hay ahorro energético real"

A colación con el tema del cambio horario, ¿acaso prohibimos en buena lógica viajar a Canarias? Seguro que todos volvemos con un 'jet lag' insuperable. Todo se vuelve muy exagerado hoy en día. Demasiado. Ya no tiene sentido el motivo por el que se estableció este cambio de hora estacional. Perfecto. No hay ahorro energético real adelantando y retrasando agujas. Bien. Díganme una persona, una, que no se alegre cuando en marzo le añaden una hora a su día y su luz. Cuando sabe que por sant Joan el día durará hasta las 21.45 horas.

No importa que aquello por lo que se creó ahora no tenga sentido. Lo cierto es que para latitudes medias como las nuestras es un acierto total a nivel social y psicológico. Es que produce alteraciones en los ritmos circadianos que empeoran la salud. Puede ser. Pero, ¿tan importante es ese decalaje horario que nos altera durante dos o tres días cuando podemos disfrutar del resto de los siete meses de un día tan extenso?

A suecos, noruegos o finlandeses evidentemente les trae sin cuidado el cambio, pues su realidad es bien distinta a la nuestra. Es un todo o nada, verano sin oscuridad, invierno sin luz. Da un poco igual la hora que sea. Pero para nosotros y tantos otros países del sur, es un tema importante. Si convenimos no realizar el cambio tendremos, con seguridad, que tomar el horario de invierno. No podemos amanecer en Navidad a las nueve de la mañana en Barcelona y a las diez en La Coruña, no sería lógico ni conveniente.

Pero no nos dejemos llevar solo por la lógica y la bondad de la productividad y salud que tantas voces doctrinales sacarán ahora a relucir. Pensemos también en lo que nos alegra y hace nuestra vida mejor, más activa, más social, más merecedora de ser vivida. Mantengamos el cambio como está para continuar disfrutando del verano que todos queremos.