El declive de la izquierda manteniendo un reino de taifas ya caduco y sin futuro

La pérdida de confianza hacia una izquierda que parece que se pelee por estar más que por el ser, la posibilidad de mejorar unos resultados que fueron excelentes en 2016 se ha desvanecido. De hecho parece que cada vez que revive la izquierda estemos "atrapados en el tiempo" en un día de la marmota convertido en una sopa de letras de los partidos de izquierda como ha ocurrido durante las últimas décadas, delante al auge de una derecha rancia que se divide el espacio en solo tres formaciones en todo el estado.

Esta proliferación de facciones bajo el paraguas de la pluralidad, del personalismo, de la diferenciación fortuita, de la mala interpretación de la palabra unidad, de la imposibilidad a renunciar en ocasiones, vaya básicamente por irresponsabilidad de unos políticos que no han sabido administrar el crédito de sus votantes pierde el fuelle conseguido durante los últimos cuatro años.

Se está generando un disgusto y una disyuntiva entre los votantes de a pie que suman callando, los que observan y acudirían encantados a depositar su papeleta por algo consistente pero con semejante rifi-rafe dudan entre votar a los de siempre, que ahora están disgregados, quedarse en casa mirando los resultados o a un PSOE sin discurso coherente con partidarios de un Pedro Sánchez (progre-light) frente a las viejas glorias rancias que en ningún caso cuestiona la monarquía. Complicada elección para los que contemplan tristes como los egos han superado las posibles expectativas o parecen solo preocupados en mantener su "estatus".

Es indudable que estas izquierdas a "pelota pasada" podrán pensar que han caído en la trampa de los socialistas, pues cabe la posibilidad que Pedro Sánchez al margen del problema de los independentistas con los presupuestos haya preferido avanzar las elecciones aprovechando un desencuentro entre las formaciones a su izquierda que nunca debería haber existido y así erigirse como jefe de la "izquierda".

Por mucho que pidan disculpas Unidas Podemos parece que llegan tarde y lo que ocurrió en Andalucía podría volver a pasar en las generales por la falta de confianza. Esperemos que no sea así y en este caso todos estos dirigentes de izquierda recapaciten sobre lo que le conviene al país y los ciudadanos frente a sus intereses por mantener un reino de taifas ya caducos sin futuro.