Confrontación, choque, crítica... respiremos y busquemos nuevos aires

Parar un segundo, cerrar los ojos y respirar profundamente acompasando los tiempos para que la cabeza se centre en el momento: ¿Qué sé inhala? ¿Qué se percibe? ¿Qué energía circula a nuestro alrededor?

Confrontación, choque, crítica al contrario, al diferente, al que piensa distinto. Azul, rojo, naranja o morado, es indiferente, no hay tiempo para escuchar, solo se oye lo que se quiere con el único propósito de usarlo en forma de arma arrojadiza.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Y lo que es más importante: ¿cómo salimos de aquí?

Muchas veces pienso que todo se debe a la necesidad que tenemos de agrupar y agruparnos. Buscamos etiquetar las cosas y a las personas (¿existe esta diferencia todavía?), para juntarlas y categorizarlas para tener una sensación de control de nuestro entorno. Al mismo tiempo, queremos ser de una comunidad, y para conseguirlo creemos que la única manera es no pertenecer a otra.

Imagino en ocasiones un lienzo en blanco, o mejor dicho, un espacio en blanco, sin carpetas ni cajones, donde todas las ideas se junten y se juzguen por su valor.

Hasta entonces seguiré respirando con pausa, en búsqueda de nuevos aires.