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"Esos días de verano"

PI STUDIO

Arde el asfalto y en las viviendas están bajadas las persianas. A oscuras y sorprendidos por el calor, mi barrio, la ciudad y medio mundo tratan de sobrellevar este tórrido verano, apenas empezado, mientras en el hemisferio sur sufren un frío glaciar.

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El negacionismo sale muy caro y no estar preparado no es una opción; cuando los científicos hace años que nos vienen alertando sobre el cambio climático.

Los fenómenos naturales son cada vez más extremos y más frecuentes, lluvias, inundaciones, incendios y olas de frío y de calor.

Por mucho que haya quien lo niegue, y diga con desprecio que eso "son chorradas" , la realidad no va a cambiar. Y esta nos habla de dos formas de vivir. La primera cuidando de tu casa, manteniéndola limpia, y tratando de conservar todo lo que hay en ella, con la intención de dejar un buen legado a los que vengan detrás.

Mientras que la segunda manera, consiste en gastar bienes que son finitos como si no hubiera un mañana, como si chasqueando los dedos fueran a brotar el petróleo, el carbón o el gas.

Por tanto, debemos decantarnos por las energías renovables, que sí son sostenibles y desenredar esa maraña de oscuros intereses que hay detrás de los combustibles fósiles, las centrales nucleares, las hidroeléctricas o el 'fracking'.

Tomemos conciencia, en estos días de principios de julio, en que te preguntas cómo es posible que haga tanto calor.

Y recuerda que estamos a tiempo, aunque cada vez un poco menos.

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