"Las descalificaciones e insultos vertidos en las sesiones del Congreso me producen un dolor personal"

Hace algunos dias, leí en este medio, que es el mío desde hace muchos años, un articulo de opinión de Juan Cañete, "Springsteen vs Trump: lucha por la tierra de esperanzas". El cantante y compositor, referencia musical de varias generaciones, dio su opinión acerca del presidente Trump en uno de sus conciertos: "Administración incompetente, corrupta y traidora".

La respuesta del presidente americano no se hizo esperar, llamó a Springsteen "sobrevalorado, imbécil prepotente, más tonto que una piedra y reseco como una pasa", y para acabar le lanzó una amenaza en toda regla: "mantener la boca cerrada hasta que regrese a su país, entonces veremos qué pasa".

Toda esta retahíla de improperios e insultos los dijo el presidente del país mas importante del mundo, a quien votaron 80 millones de americanos. ¿Este es el modelo de presidente que quieren los americanos? Una persona incapaz de tener el más mínimo respeto por aquellos que no opinan como él, cuando precisamente es él quien debería estar a la altura de su cargo y evitar lo que es su conducta habitual. Mensajes de odio y descalificación a quienes no piensan como él.

Al hilo de lo anterior, pero en un escenario más doméstico, me gustaría comentar el dolor personal que me producen las sesiones en la Cámara Baja. Tengo por costumbre desayunar con EL PERIÓDICO todos lo días y oír la cadena Ser, pero el momento en el que empiezan las sesiones de control al Gobierno tengo que apagar el receptor.

Me niego a escuchar descalificaciones que rayan el insulto en cada sesión, fundamentalmente por parte de la oposición. Se ha perdido absolutamente el talante democrático y se ha pasado del debate sosegado y bien argumentado a una descalificación permanente que no aporta nada.

Yo, que ya tengo una edad, recuerdo aquellas sesiones de la Transición, verdaderamante constructivas y respetuosas, con Herrero de Miñón, Santiago Carrillo, Roca Junyent, Peces Barba... Daba gusto oírlos debatir.