Carta de una lectora:" El aborto es un derecho, tener hijos no lo es, es un deseo"

Los derechos de las mujeres se pondrán en cuestión en el próximo ciclo electoral. Cuando los partidos presenten sus programas, esos panfletos que ninguno nos leemos, habrá un sector que de manera eufemística no se pronunciará, por ejemplo, sobre el derecho al aborto, pero que dirá que hay que sacarlo de la cartera de servicios públicos. Algo así como que el peregrinaje que sufrimos se extienda un poquito más y esta vez atienda, además, a tu situación económica.

Si hace unas semanas una 'influencer' se hizo viral cuando le dijeron cuánto costaba un parto vaginal en la privada (unos 6000 euros) y buscó, desesperada, acompañamiento en la pública (Sant Joan de Déu), dentro de nada veremos que las clínicas privadas serán la única opción si tenemos un gobierno central del PP y Vox para un aborto, por mucho que desde las autonomías y las competencias transferidas nos resistamos ante este robo de derechos.

El aborto es un derecho, lo repito de nuevo, porque todas no estamos ni en las mejores condiciones económicas para traer a una persona al mundo, porque quizás no tenemos el mejor acompañamiento, porque nos puede pillar en medio de nuestro desarrollo profesional y académico y además, porque puede haber razones médicas detrás.

Todas estas razones no deberíamos ni siquiera mencionarlas, deberían ser solo para nosotras, porque es nuestro cuerpo y es nuestra vida, no la del vecino, la del amigo o la de la familia. Tener hijos no es un derecho, es un deseo, y un deseo que conlleva responsabilidades que aún hoy seguimos asumiendo por encima del 50% en los diferentes modelos de familia que existen.

Antes de culpar o señalar a una sola de nosotras mírense el ombligo, mírense el propio tejado y analicen su reflejo en el espejo, porque es muy fácil mudar la carga hacia el otro sin empatía o comprensión algunas, es fácil porque sus cuerpos nunca han vivido un aborto. Aborto libre y gratuito, en cartera de servicios públicos siempre. Nos ha costado mucho llegar aquí.