Vivir solo en Barcelona, una misión imposible para los jóvenes

Mientras que los alquileres de las viviendas siguen subiendo, el número de jóvenes que pueden permitirse vivir solos cada vez es más bajo. Se ha preferido invertir en la rehabilitación de espacios y edificios aunque fuera a cambio de perder en calidad de vida de sus habitantes, y se han tomado decisiones sin pensar en el impacto que estas tendrían en los que ya estaban allí.

En barrios donde hace unos años se podían encontrar pisos a precios razonables, ahora hay que compartirlos con cuatro o cinco personas porque pagar el alquiler siendo menos resulta imposible. O nos quedamos en casa de nuestros padres hasta que tengamos un sueldo suficiente, o tendremos que acostumbrarnos a compartir el sofá con más gente de la que puede caber.