Un accidente previsible en Sardenya con Ronda del Guinardó

La manzana de la calle de Sardenya que va desde la Ronda del Guinardó hasta Pi i Margall es muy larga, de unos 200 metros y en pendiente de bajada, a la que van a parar tanto los vehículos que bajan de la Plaça Sanllehy como los que salen del túnel de salida de dicha ronda.  

Hay una distancia entre semáforos de esos 200 metros. En la acera de bajando a la derecha no hay ningún comercio, mientras que en la opuesta los hay de todas clases. Si queremos ir a una peluquería, bar, tienda de ultramarinos, de ropa o a una farmacia, los que vivimos a mitad de la manzana de la derecha, para ir a la acera de enfrente deberíamos caminar 100 metros de subida o bajada para ir al paso de peatones. Y para volver lo mismo, a la inversa, cosa que a los que tenemos una cierta edad o problemas de movilidad nos representa un esfuerzo, porque la pendiente es pronunciada. Por eso que optamos por cruzar la calle en perpendicular y también lo hacen los de menos edad.

Asimismo hay la salida de dos garajes, uno normalmente sin visión de los vehículos que bajan. El problema está en que muchos vehículos bajan por esa calle o salen del túnel a gran velocidad, mucho más de los 50 kilómetros por hora autorizados. 

Escribí en ese sentido a la Regiduría de Mobilitat Vial del Ajuntament para buscar una solución. Les sugerí que una alternativa sencilla y económica, y que no entorpecería el tráfico, sería que  se situaran bandas en la calzada, para obligar a los vehículos a moderar su velocidad. La última noticia, que he tenido que averiguar, es que mi petición está archivada.

Ya ha habido varios pequeños accidentes, pero algún día habrá alguno irreparable, y entonces todo serán lamentaciones. Pasará, seguro, y el Ajuntament tendrá la culpa.