"Los progresistas que entraron para limpiar las cloacas del PP me han defraudado"

Cuando, no hace mucho, salió a la palestra nacional el caso Koldo, no sentí la más mínima sorpresa. Desde el primer instante que vi por televisión a ese voluminoso señor hablando con el exministro Ábalos, me imaginé lo peor. Su mirada, sus movimientos, en definitiva, su manera de actuar ya vaticinaba con exactitud lo que era.

Sin embargo, descubrir al verdadero Ábalos y al auténtico Santos Cerdán me ha dejado atónito. Y, tras esta primera reacción, una especial indignación y tristeza ha invadido mi alma. Nuestro país está aturdido.

A través de una moción de censura, los progresistas que entraron en el Parlamento español para limpiar las múltiples cloacas del PP nos han defraudado: su fracaso ha sido estrepitoso. Por lo tanto, el líder de la derecha tiene que ir con mucho cuidado; escuchar al señor Feijóo, a propósito del informe de la UCO, me ha disgustado en demasía.

En estos momentos, millones de españoles como yo -los que estos días estamos ocupadísimos confeccionando nuestra declaración de la renta- ya no nos fiamos ni de nuestra propia sombra. Simplemente, al estar profundamente indignados, no queremos precipitarnos. Nos gustaría no equivocarnos otra vez.