Carta de una lectora: "Me parece indecente que la televisión pública catalana emita tal cantidad de publicidad"

Voy a ser directa: me parece indecente que en una televisión financiada con fondos públicos emita tal cantidad de publicidad. Sí, me refiero a la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisual (CCMA).

En un entorno mediático financiado con fondos públicos, la inclusión de publicidad no solo resulta discordante, sino que también plantea interrogantes sobre la integridad del propósito del medio. La audiencia contribuye indirectamente a través de sus impuestos, con la expectativa de recibir información y entretenimiento sin las interferencias comerciales propias de otros modelos. Pero lo que recibe es la imposición de anuncios para consumir sus contenidos.

Si bien la CCMA se define como un modelo de financiación mixto, el porcentaje de ingresos por publicidad es solo de 12,6%. Por tanto, ¿es ético este sistema? La presencia de publicidad en un medio público plantea interrogantes sobre la independencia editorial, la objetividad y la misión fundamental de servir al interés público. Desde esta perspectiva, opino que la financiación a través de publicidad puede influir en el contenido editorial y generar conflictos de interés. La necesidad de atraer anunciantes podría afectar la objetividad de las noticias y la diversidad de opiniones presentadas en el medio. Además, existe el riesgo de que los intereses comerciales prevalezcan sobre el deber de informar de manera imparcial.

Algunas personas que estén leyendo estas líneas pensarán que un porcentaje tan ínfimo de la financiación de un medio no puede influir en decisiones editoriales. Y entonces me pregunto: ¿Es necesario incluir la publicidad en un medio de comunicación público cuyo coste por ciudadano es ya claramente superior a la media europea? Sobre todo teniendo en cuenta los escandalosos sueldos de algunos altos dirigentes de la CCMA. Para reflexionar.