"La satisfacción personal empieza por no preguntarse cuánto falta para la hora del descanso"

Hay muchas personas que esperan a que llegue el momento del retiro. Yo, por el contrario, creo que uno se puede sentir afortunado si en sus anhelos solo está que llegue el momento de sus vacaciones y no piensa en poder ausentarse de su ocupación.

Por ese motivo es mucha la importancia de encontrar funciones que nos causen satisfacción y también de la magnitud de la calidad de los empleos que se ofrecen. Es tan significativa una cosa como la otra: si hallamos una labor en la que nos desenvolvemos con comodidad, nuestra calidad de vida mejora.

Hay personas que hacen artimañas para no acudir al trabajo. Por eso, ya desde la época en que se estudia, es sustancial que una persona joven escoja bien; eso le hará sentir más cómodo a lo largo del viaje de la vida, pudiendo amoldarse a lo que le ofrezca el terreno.

Muchos nos equivocamos. Debido a las presiones de la sociedad o las modas es muy relevante que cada uno opte por esos estudios o entornos en que se sienta más cómodo, como también redirigirnos si nos equivocamos. Si no pareceremos esos niños pequeños que a cada jornada preguntan: "¿Cuánto falta…?". Esto es un signo evidente que algo hay a mejorar.

Es primordial que nos situemos en nuestra órbita; muchas veces nuestro ámbito nos lo otorgan nuestras aptitudes personales y cualidades.

La satisfacción personal empieza por no preguntarse lo que falta para la hora del descanso, el mediodía o para finalizar cada jornada.

Recuerdo la teoría de la Pirámide de Maslow, como una conjetura donde constaba la autorrealización. Esta teoría, obviamente, se concreta de forma distinta en cada persona. También recuerdo aquella canción de Fito & Fitipaldis que menciona “empezar la casa por el tejado”. Sin duda es bueno que una persona empiece por construirse a sí mismo a raíz de lo que más le gusta y de esta manera poder cubrir sus necesidades básicas.

Es difícil que uno piense “espero que esto no termine”, pero debe aspirar a no estar muy alejado de esta intención. Si cada uno de nosotros estuviese bien situado, en la labor correspondiente, la sociedad avanzaría mucho mejor. Y estoy seguro, además, que estarían cubiertas todos las ocupaciones. Por eso es tan importante orientar bien a los jóvenes a la hora de escoger sus profesiones  y encaminarse. El trabajo de reorientarnos tras haber escogido mal es bastante fatigoso.