"Reducir a un logo el rediseño de la identidad de Barcelona es simplificar demasiado"

El Ayuntamiento de Barcelona ha presentado recientemente su nueva identidad visual, después de 15 años sin cambios. Muchos ciudadanos hemos crecido viendo el diseño anterior y es normal que un cambio así genere debate. Como ocurre a menudo con estos temas, hay opiniones para todos los gustos, al fin y al cabo, la estética es subjetiva.

Sin embargo, una parte de las críticas se ha centrado en el coste económico del proyecto, reduciéndolo a un "simple logotipo". Y aquí es donde es necesario matizar; el rediseño de una identidad institucional va mucho más allá de un símbolo renovado: implica una estrategia de marca, un sistema visual coherente para toda la comunicación municipal, una actualización digital para webs y aplicaciones y una adaptación progresiva de materiales, señalética y documentos oficiales.

Puede gustar más o menos, pero reducirlo a un logo es simplificar demasiado un trabajo que tiene una función mucho más profunda y un equipo de profesionales detrás.