Catalunya, un problema de honor para Rajoy

He escuchado con mucha atención el discurso de Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados y le sugiero algunas reflexiones. Mire, los catalanes nos sentimos muy bien acompañados entre españoles, y estos mayormente también se encuentran muy bien entre catalanes. No hay ninguna fractura contrariamente a lo que usted y los suyos opinan, prueba de ello es que nos encontrará en España por todas partes y fuera de ella también.

Encontrará españoles en Catalunya, país donde han mejorado sus condiciones de vida y que muchos de ellos además de sentirse españoles también se sienten catalanes. Los españoles no han dejado de serlo por el hecho de buscar un mejor futuro en Catalunya, Francia, Alemania... Han aprendido catalán, francés y alemán, se han adaptado y no por ello se han fracturado o separado sus familias, han sido siempre libres de entrar y salir cuando han querido.

Nosotros no queremos poner fronteras, pero sí que podamos tener las mismas subvenciones del Gobierno que las que tendrían viviendo en otros lugares de España. Me refiero a becas para sus hijos, peonadas, los subsidios de la Comunidad Europea y tantas otras cosas que nunca llegan para Catalunya.

Nosotros somos capaces de conseguirlo, y para ello necesitamos nuestra independencia. Los españoles que trabajan o han trabajado en Catalunya tienen más garantías de una mejor calidad de vida y de pensiones como catalanes que como españoles.

La solidaridad de los catalanes ha sido demostrada en muchas ocasiones, tanto económicamente como desplazándonos voluntariamente a los puntos donde se requería ayuda. La contraria no la hemos visto.

No queremos una ruptura entre Catalunya y España, somos catalanes y queremos que se nos reconozca como tales. Lo que hay es una inmensa  fractura entre el Gobierno español y los catalanes. Entre España y Catalunya la diferencia principal es que son culturas muy diferentes. Para nosotros negociar es sumamente importante, es un tema de dignidad, mientras que para ustedes no se negocia, se manda, es un problema de honor.

Queremos estar juntos con los españoles en la Comunidad Europea y compartir el espacio europeo mientras que ustedes no lo quieren compartir. Para ustedes es solo un problema de honor.