"Ha llegado el 'sheriff'"

El 'sheriff' ha empezado a imponer su ley. Todo aquel que intente contradecirle se encontrará con una muralla delante. Por ejemplo: el Sr. Sánchez ya está sintiendo la sombra. Su envidiable oportunismo, esta vez, se ha topado con la muralla. La muralla no es Donald Trump, él es el 'sheriff'. La muralla son los occidentales hartos de pagar la factura del progreso. Todos esos ciudadanos de los que hablo no son cavernícolas sin escrúpulos, son gente de ahí al lado, los de enfrente, los compañeros, uno mismo; gente con conciencia de occidentales. Estamos hartos de no ganar absolutamente nada al defender los derechos de todo el mundo, indiferentemente de quien se trate. Se amontona toda esa frustración y se crea la muralla.

En efecto, resulta aberrante ver cómo revientan una lancha donde iban unos chicos, seguramente jóvenes, que transportaban el fentanilo y la coca para consumir en EEUU, seguramente enviados por capos de mafias. Pero también resulta una aberración ver a 'zombi's deambular por las calles de EEUU y pensar que eso nos llegará después, como llegó la heroína o la coca. La gente está harta de ver perjudicado su patrimonio, su cultura, su bienestar, por tener que compartir todo, sin necesidad de ganárselo. Ha llegado el 'sheriff', el sentido del deber va a regresar y se va a imponer. Ser progresista está bien, yo me apunté el primero, pero eso de vendarme los ojos ante cosas intolerables no me ha hecho gracia. Es posible que haga falta un reinicio, establecer normas de conducta y quien no las cumpla retirarle los derechos sociales. Que la mayoría se alce y se haga la muralla.