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"El enfrentamiento de España y Euskadi en pelota vasca: histórico y politizado"

"El enfrentamiento de España y Euskadi en pelota vasca: histórico y politizado"
Ricardo Urazurrutia

El pasado miércoles día 4, tenía lugar un enfrentamiento más histórico y politizado que deportivamente trascendente. La 'Euskal Selekzioa' de cesta punta se enfrentaba al combinado español en la fase de grupos de la Liga de Naciones de Pelota Vasca.

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Las vigentes campeonas del mundo, Erika Mugartegi y Arai Lejardi, ganaban con autoridad a las pelotaris de la Euskal Selekzioa, Elaia Gogenola y Maia Goikoetxea. En lo deportivo, ambos conjuntos estaban clasificados para semifinales en la categoría femenina; solo quedaba dilucidar quién lo haría como primera y segunda clasificadas.

En lo político, desde hacía días, los medios más conservadores "reaccionaban" -nótese la ironía- negativamente ante una afrenta tal como que España pudiera enfrentarse con una parte de sí misma en términos deportivos. Sin embargo, tras la victoria rojigualda, los titulares eran bien diferentes: "Bochorno vasco", "humillación a la selección vasca", "los vascos inventan un deporte y viene España y les humilla".

Resulta, cuanto menos curioso, la cantidad de aficionados a la pelota que afloraron de un día para otro con la rancia soflama de: "Soy español, ¿a qué quieres que te gane?”, que paradójicamente, en las Olimpiadas, parece diluirse. Sin embargo, el jueves 5 tocaba el mismo enfrentamiento, pero en el grupo masculino.

Euskadi se imponía, no sin esfuerzo, al conjunto español. Aritz Erkiaga e Imanol López ganaron por 15-11 y 15-9. Los titulares, sin embargo, fueron bastante más asépticos. "Euskadi derrota a España" fue una tónica imperante, o directamente no había titular, ni comentarios en redes, ni nada.

Ahora, la competición, de por sí legitimada con la oleada de comentarios y titulares del miércoles, parecía silenciarse con una cruda cura de humildad, dejando de lado lo más importante vivido durante el torneo: el respeto mutuo e imperante de su público en una cancha que, independientemente de la bandera a la que se representase, animó a todo pelotari en pos del buen juego.

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