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"En la cola del supermercado"

Después de unas primeras semanas en las que se vivieron escenas de caos en los supermercados, las empresas líderes de alimentación establecieron protocolos estrictos de seguridad tanto para sus trabajadores como para los clientes. Los departamentos de comunicación de dichas empresas se esforzaron en borrar las imágenes de descontrol que se habían visto. Mientras una quiosquera se intentaba proteger del posible contagio del virus con un simple plástico, la empresa Mercadona instaló, en tiempo récord, mamparas de metacrilato en las cajas de todos sus supermercados, como este de Valencia, en esta foto tomada el 24 de marzo. La lucha ante la pandemia era desigual 

Después de unas primeras semanas en las que se vivieron escenas de caos en los supermercados, las empresas líderes de alimentación establecieron protocolos estrictos de seguridad tanto para sus trabajadores como para los clientes. Los departamentos de comunicación de dichas empresas se esforzaron en borrar las imágenes de descontrol que se habían visto. Mientras una quiosquera se intentaba proteger del posible contagio del virus con un simple plástico, la empresa Mercadona instaló, en tiempo récord, mamparas de metacrilato en las cajas de todos sus supermercados, como este de Valencia, en esta foto tomada el 24 de marzo. La lucha ante la pandemia era desigual  / MIGUEL LORENZO

La vendedora que atendía la caja de la tienda se dirigió hasta en tres ocasiones a la mujer situada al principio de la cola para que avanzara hacia la misma y así poder efectuar el cobro de la compra, pero esta permanecía absorta en el teléfono móvil ajena a cualquier otra cuestión. Ante semejante distracción, y teniendo presente que había unas cuantas personas esperando detrás de esta clienta, la empleada invitó a pasar al siguiente de la cola, motivo que provocó la vuelta repentina a la realidad de quien hasta entonces estaba a lo suyo. Y como si hubiera sido víctima de una discriminación o falta de profesionalidad inaceptable, manifiesta su indignación recriminando con cierta insistencia la iniciativa de la trabajadora. ¿Es razonable pasar de los demás y exigir que los demás renuncien a sus derechos para satisfacer nuestros particulares intereses?

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