La dupla Sánchez-Rivera para arreglar el colosal desaguisado

Albert Rivera ha manifestado reiteradamente que, después de las próximas elecciones, no pactará con los socialistas, el mismo error de precipitación que un día Artur Mas cometió respecto al PP. Ahora, el tema es alarmante y Rivera tendría que reflexionar. El día 29 de abril, el líder de Ciudadanos tendrá en sus manos la llave para poder arreglar la crisis española. El PSOE será el partido más votado, pero necesitará alianzas para gobernar.

Ellos dos, Sánchez y Rivera, tienen que intentar arreglar este colosal desaguisado. A un lado, tendrán a los independentistas catalanes y a Podemos, y al otro extremo, Vox y PP. Los independentistas continuarán con el empeño de mantener vivo el conflicto con el Estado, intentando propagarlo al resto de España, a Europa y al mundo entero y, al otro extremo, la derecha castiza (Casado y Abascal) con programas políticos basados exclusivamente en la radicalidad: humillar y matar al adversario.

Con estos amiguetes alrededor, la reflexión aludida es de libro. Rivera al asociarse con el PSOE no solo lo hace con socialistas, también se hermana con muchísimos españoles huérfanos: los no socialistas que, como yo, nos hemos quedado sin partido.