"Lo de Montoro es una forma de corrupción mucho más sofisticada"

Entendemos que una persona es corrupta cuando abusa del poder que ostenta para sacar un provecho económico. La corrupción más habitual suele estar ligada a las obras de construcción: quien despliega el poder influye en la adjudicación de una obra a una determinada empresa constructora a cambio de dinero.

Recuerdo muy bien cuando Pasqual Maragall le dijo a Artur Más: "Usted tiene un problema y este problemna se llama 3%". La antigua Convergència i Unió recolecto mucho dinero con este método tan simple. No obstante, lo de Montoro -exministro de Hacienda- de simple no tiene nada: se trata de una forma de corrupción mucho más sofisticada.

El beneficio económico, es decir, las ganancias, provenía de los honorarios profesionales de unos operadores que lograban reducir las cuantías que sus clientes (normalmente grandes empresas) debían pagar anualmente a Hacienda. 

A simple vista, parece totalmente lícito contratar a un buen profesional para que nos ayude con la renta. Sin embargo, el caso Montoro era diferente: estos operadores -todos ellos expertos en temas fiscales unidos en la oficina Equipo Económico- contaban con una ayuda directa y muy especial: la del propio Ministerio de Hacienda.