Catalunya y Eslovenia: dos miradas diferentes

Si quieres llevar a cabo un proyecto, has de contar con un factor: pueden aparecer elementos que modifiquen aquello que pretendes ejecutar. Incluso estos componentes pueden cambiar la idea original. Ahora bien, conviene que la idea mantenga la esencia con la que fue concebida. Asi fue la experiencia vivida por Eslovenia, tan admirada actualmente por los politicos nacionalistas catalanes. Es obvio que nadie se hizo fuerte sin batallas dificiles. ¿Han tomado nota de esto último los actuales dirigentes del gobierno catalán? La mirada está fija en la pequeña pero interesante región fronteriza con Italia,  Austria y Croacia. Esta observación es política. Puestos a decir o a comparar, también llega a términos políticos o económicos.

A principios de los 90, Eslovenia era una de las repúblicas yugoslavas mas homogéneas, es decir, que no albergaba en su territorio minorias importantes, lo que no impidió la muerte, lamentablemente, en una confrontación, de 200 personas. Sin embargo, descontando este fallido episodio, es innegable tanto la habilidad como la destreza de los políticos y sobre todo del pueblo esloveno para alcanzar sus aspiraciones como país. Probablemente sea esto último lo que más ha impresionado al ya dividido conglomerado independentista.

Eslovenia, la antigua Carniola, patria de los ilirios, pueblo tan culto y refinado como los principales forjadores de la civilización, Grecia y Roma. También estuvo invadido, sometido y hasta  perseguido, especialmente cuando formaba parte del ya desaprecido y opresor imperio austro-húngaro. Asi lo narró en sus páginas el  intelectual y poeta Ivan Cankar (1878-1918), cuya obra ha sido traducida a varios idiomas. Si en 1885 nuestro mossén Cinto Verdaguer cantaba la gloria de Catalunya en su magnifica "Canigó", Cankar mostraba los constrastes de la sociedad que le tocó vivir en  "viñetas" (1899), reflejo del eterno combate entre la acomodada vida burguesa y la necesitada clase trabajadora.

Es innegable la seducción ejercida por el avance. En Eslovenia, según los últimos datos oficiales de diferentes organismos (OECD, Eurostat, The Global Human Capital Report) la tasa de paro sobre su población activa solo está en el 5%, ocupa el noveno lugar en desarrollo humano (España, con Catalunya está en el puesto 43), su parque de viviendas asequibles es superior al nuestro y hasta su juventud lo tiene mejor cara la futuro que la nuestra. También existe la pobreza y la corrupción, tan solo que no exhibe una cara tan desvergonzada como la que ya estamos habituados a contemplar. Con acuerdo y organización siempre se puede llegar a laguna parte. Así lo ha hecho el gobierno de Eslovenia. En Catalunya y en España cada vez  hay más perjuicios.