Gracias al equipo que nos ha reformado la calle

Como vecina de la calle de Mossen Antón de Badalona quiero hacer un reconocimiento público al equipo de trabajo que nos ha rehecho la calle. El anuncio de obras cercanas siempre incomoda porque nos gustan los buenos servicios pero no el ajetreo, el polvo y las molestias derivadas de los trabajos. Por la prensa local supimos que la duración prevista de la reforma aseguraba compartir las uvas con las excavadoras. Hasta febrero sería intransitable.

Con el calor de julio llegó el machaque de los martillos neumáticos y la molesta alarma de retroceso de las pequeñas máquinas amarillas. La calle desvencijada mostraba graves déficits. Las lluvias intensas y la ubicación cercana al mar obligan a tener en buen estado el alquitrán y las baldosas, si no el caos está servido. Todos los badaloneses saben de la virulencia de las tormentas litorales y la importancia de contar con desagües, cañerías, alcantarillado, cableado y firme perfectos. Las aceras adaptadas, el arbolado sano, papeleras suficientes.

Todos son elementos muchas veces inadvertidos cuando funcionan y muy incordiantes cuánto no están bien. El equipo que nos ha dignificado la calle es diligente, es trabajador, es cordial. Ha hecho lo posible para facilitar accesos en escuelas, parkings, portales y negocios. No hemos probado los turrones y la brigada marcha a otro lugar. Huele a alquitrán, tenemos unas aceras más anchas, la calzada está bien nivelada y nos sentimos más seguros. Cuando demasiadas cosas no funcionan hay que destacar lo que sí lo hace: la profesionalidad. Las ganas de hacer bien las cosas deben ponerse en valor. No echaremos de menos el ruido ni el polvo pero sí que a cada paso agradeceremos a los hombres que nos han arreglado la calle.  Pedimos que vuelvan para reparar las otras muchas vías que exigen a gritos una reforma. Gracias equipo, las calles serán también muy vuestras.