SocialCar, otro hito de la economía colaborativa

SocialCar, una altra fita de l’economia col·laborativa

SocialCar, una altra fita de l’economia col·laborativa

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Tras el éxito de Airbnb, la economía colaborativa va ampliando sus horizontes. Y no se trata únicamente de su valoración en 25.000 millones de dólares, sino de lo que comporta en el día a día: la confianza entre usuarios para abrir las puertas de su casa.

SocialCar es una plataforma online, creada en el año 2012, que permite al usuario alquilar su vehículo mientras no lo utiliza. Sus fundadores, Francesc Queralt Mar Alarcón, explican en esta entrevista que la idea brotó cuando se dieron cuenta de que su coche pasaba la mayor parte del tiempo en el garaje. No fue la primera iniciativa de este estilo. En Alemania (Tamyca) e Inglaterra (Whipcar), desde 2011, ya se estaba experimentando en este ámbito, diferenciándose de los conocidos BlaBlaCar o Amovens, cuyos servicios se basan en compartir el viaje, no el automóvil.

La principal dificultad que comportaba era la contratación de un seguro para el vehículo, que ―además de cubrir el uso particular del propietario― pudiera extender la cobertura a la persona que lo alquila a través de SocialCar, en España y en el resto de Europa.

Una vez conseguido, se lanzaron a la creación de la plataforma web, ahora en formato app para IOS y Android, que requiere la creación de un perfil para el locador (quien pretende alquilar) o locatario (quien necesita el coche). El primero deberá facilitarle a la empresa una ficha técnica del vehículo ―que garantice el buen estado técnico, el pago de impuestos y la documentación necesaria— para la contratación del seguro. A su vez, deberá comprobar durante la entrega de llaves que el conductor tenga el permiso de conducir en regla. El segundo, pagar y utilizar el coche.

El usuario, previamente, deberá elegir el vehículo, pudiendo visualizar la dirección donde recogerlo, las características técnicas y las valoraciones de otros usuarios sobre limpieza, funcionamiento y estado del mismo, además de la puntualidad y amabilidad del propietario. A diferencia de otras plataformas de economía colaborativa, se deben preseleccionar la mayor cantidad de opciones, quedando a la espera de que el primero acepte la propuesta. Uno de los errores a corregir es que, más allá de no estar disponibles, los coches permanecen entre las alternativas a seleccionar por el usuario, obligando a una respuesta que rechace el alquiler. 

Más allá del convencimiento de que el transporte público debe ser la pieza fundamental en la movilidad de los ciudadanos, hay una realidad irrefutable: los automóviles existen y, por cuestiones de infraestructura, a veces son necesarios.

Este servicio, además de aportar un beneficio extra a las economías domésticas y de promover la interacción entre ciudadanos, contribuye a la disminución del parque automovilístico español, que ―a pesar de la crisis― aumentó su número en 33.000 unidades durante 2014. A su vez, obliga a las compañías tradicionales de alquiler a bajar sus precios.

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Albert Cañigueral, fundador de la web Consumo Colaborativo, valoró la aplicación durante un #appcafé.

Si quieres valorar aplicaciones puedes hacerlo participando como experto de la appteca de apps4citizens. apps4citizens es una plataforma que tiene por objetivo promover el uso de las aplicaciones como un instrumento útil para mejorar la calidad democrática de la toma de decisiones a través del compromiso social y político colectivo.