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La prensa está calificando a los independentistas de todo: golpistassediciososantisistemarebeldes. Están comparando el pleno del pasado lunes con el golpe de estado de Tejero, en una escalada verbal que esos mismos diarios no se atrevieron a realizar en sus editoriales ni el 24, ni el 25, ni el 26 de febrero de 1981.

Enfrente del proyecto independentista en cambio se han unido el PP, Ciutadans, PSOE, VOX y numerosos partidos y organizaciones.

Estos partidos nunca se han puesto de acuerdo ni sobre leyes educativas, ni sobre políticas para salir de la crisis, ni como tener una voz unida para luchar en Europa o ni para combatir la corrupción. Pero la prensa los califica como “unión patriótica”, “unión democrática”, “unión a favor de España”.

Parece ser que unirse para luchar contra un proyecto independentista, blindar la Constitución para que en el fondo nada cambie es ser patriota motivo y muy razonable, pero en cambio unirse para construir un país nuevo e iniciar un proyecto constituyente que permita afrontar los problemas institucionales que arrastramos es ser sedicioso, antidemocrático y golpista.

Todo correcto desde las editoriales de 'El País', 'El Mundo', 'ABC', 'La Razón', etc.. si no es que fueran pura mentira.

En el fondo los antisistema y los que rompen España son aquellos que más dicen defender el propio sistema y España.

Esta gente lo único que ha hecho es defender los intereses de una casta de altos funcionarios del Estado (abogados del estado, registradores de la propiedad, jueces de sagas familiares) y sus privilegios. Los intereses de los que reparten prebendas y beneficios en el palco del Bernabeu, y de aquellos que van a ese palco a conseguirlas.

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El pacto contra natura, los sediciosos, los antisistemas y los causantes de la ruptura de España deben buscarlos más entre el IBEX-35 y entre la casta de altos funcionarios que siguen controlando los grandes partidos tradicionales españoles y han apoyado mediáticamente a los dos grandes partidos emergentes para que nada cambie y todo siga igual.

Los golpistas, antisistemas y sediciosos son aquellos que han utilizado de forma sistemática las instituciones del estado para su propio beneficio, aún a costa del propio sistema y del propio estado. No en un grupo de parlamentarios pelacañas que tienen problemas incluso para hacer un gobierno autonómico.