Trapero: ni héroe ni traidor, simplemente un magnífico profesional

En el famoso juicio del 'procés', hemos podido enfrentar dos visiones sobre la Policía. El coronel Pérez de los Cobos, desde en una visión militarizada de la seguridad, defendía que lo importante era garantizar el objetivo, sin tener en cuenta posibles consecuencias colaterales a los ciudadanos.

Posteriormente otro profesional policial, el mayor Trapero, explicó en su declaración cómo, en primer lugar intentó evitar el conflicto al que abocaban unos políticos irresponsables, situando claramente a los Mossos d'Esquadra como garantes de la ley y de los mandatos judiciales.

Estos, cuando el conflicto se generó, cumplieron las órdenes judiciales todo lo que pudieron, cerrando más de 200 puntos de votación del ilegal referéndum, de una manera totalmente pacífica y proporcionada, controlando el resto de puntos de votación, para proceder a su cierre si fuera posible, siempre bajo los principios fundamentales de una policía democrática: la oportunidad, la proporcionalidad y sobre todo evitar causar un mal mayor al que se quiere evitar.

¿Era posible conseguir cumplir el objetivo en su totalidad con dos millones de personas movilizadas en las calles, sin generar violencia? Es evidente que no y la misma magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) Mercedes Armas era plenamente consciente y pidió a las fuerzas de seguridad que ese día actuaran "con paciencia, contención y garantizando en todo momento la paz social".

El día 1 de octubre desgraciadamente fuimos testigos de como des de una visión policial militar y de orden público ya caduca, se actuó por parte de otros cuerpos policiales de manera totalmente desafortunada, nada proporcional y con actitudes claramente antidemocráticas.

Lo más triste es que después de lo visto, el que está sentado en banquillo de los acusados sea precisamente el profesional policial que ordenó actuar adecuadamente como una policía democrática.

La presión que Trapero vivió esos días solo la saben él y sus mandos más cercanos. Está claro que el Mayor Trapero no es un héroe independentista, ni tampoco un traidor a ninguna patria, simplemente ha demostrado ser un magnifico profesional policial, que ha defendido en todo momento la legalidad y los principios de una policía democrática.