Tiempo de solidaridad

La solidaridad es la ternura de los pueblos. Esta frase es de Jaume Botey, profesor, activista y por encima de todo, buena persona. Ojalá estuviera aquí en estos tiempos tan difíciles. Bien ha demostrado nuestra sociedad su capacidad de ser solidarios. Y ahora, otra vez nos toca. Seguro que debe haber muchas maneras de hacerla efectiva. Quisiera apuntar dos. Parece que la crisis sanitaria, va algo mejor, gracias a Dios, aunque el número de fallecidos todavía marca una estela de dolor. Pero la crisis económica ya está aquí, como demuestran los datos de paro, sin ir más lejos. Y con ella la pobreza. ¿Qué podemos hacer? Por un lado, siempre que la economía de cada uno se lo permita, ayudando a aquellas organizaciones que atienden a los más vulnerables. Sea económicamente, donando alimentos o simplemente un poco de nuestro tiempo, mediante el voluntariado. No podemos permitir que haya familias que no tengan cubiertas las necesidades más básicas.

Otra manera podría ser que nuestras compras vaya dirigidas, siempre que sea posible, al pequeño comercio, al comercio de barrio. A todos estos establecimientos les costará seguir adelante si no hacemos algo para ayudarles. Es cierto, algunos productos son ciertamente más caros que en los supermercados o en las grandes superficiies, pero si podemos merece la pena el esfuerzo. Yo creo que nos necesitan. Ellos también son los vulnerables, y no podemos dejar que vayan cerrando uno tras otro.  Otra vez, está en nuestras manos