La Universitat Pompeu Fabra sigue sin ser consciente de la situación

Los estudiantes empiezan a estar hartos de una situación que se hace insostenible. Hoy, más que nunca, coincidiendo con el inicio de las clases no presenciales, damos por sentado que la universidad sigue sin ser consciente de la situación en la que nos encontramos.

Hemos sido testigos de cómo el rectorado, pese a la situación extraordinaria que nos ocupa, decidió no aplazar los exámenes, pasando por alto nuestra situación personal, familiar, económica o psicológica derivada del confinamiento. Pese a todo, los estudiantes de la Universitat Pompeu Fabra nos hemos enfrentado a los exámenes más excepcionales de la historia de la universidad: en cuarentena y de forma no presencial, dando por hecho que todos sus alumnos disponen en casa de un ordenador e internet, lo que agrava más la brecha tecnológica y económica entre compañeros. Una irresponsabilidad que no puede salir impune y no puede seguir teniendo recorrido.

Ahora, con el inicio del tercer trimestre, el panorama se agrava para nosotros. Estamos siendo testigos de profesores que, pese a la situación actual, no han adaptado el temario, y que en lugar de aligerar la carga de trabajo en casa, nos cargan aún más. Estamos viendo a profesores que no se dignan dar clase, y únicamente cuelgan un vídeo acompañado de unas dispositivas, en algunos casos, bastante precarias. A todo esto cabe sumar que los seminarios y cualquier actividad que forme parte de la evaluación continua va a ser ejecutada sin modificaciones, tal y como se ofrece en el plan de la asignatura que se ejecutaría en una situación de normalidad.

Es por eso que desde esta plataforma pedimos al rectorado que rectifique ante una situación emocionalmente y psicológicamente agotadora, y sea acorde con la realidad. Que igual que nuestra universidad presume de excelencia de puertas para fuera, garantice la excelencia a sus estudiantes de puertas para dentro, evitando situaciones innecesarias de estrés y ansiedad entre su alumnado.