Por fin alguien con un poco de sentido común va a poner un poco de 'seny' al gasto desmesurado. Hace ya muchos, muchos años que un ilustre como era el señor Pla, viendo desde un avión la iluminación de Nueva York, se preguntó quién pagaba aquello; pues ahora lo mismo, pero sabiendo que va en detrimento de necesidades básicas de la sociedad, como sanidad y educación. Al fin, cordura.