"Somos nosotros los que marcamos el camino por el que queremos andar"

"Caminante, son tus huellas, el camino y nada más. Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante, no hay camino, sino estelas en la mar".

Es el poema más célebre y popular del poeta español Antonio Machado sobre el sentido de la vida. La vida es un camino que no está predeterminado, porque somos nosotros, y nadie más que nosotros, los que vamos marcando la senda por la que hemos decidido andar, hasta alcanzar la meta que nos hemos propuesto. Es un poema contrario a un pensamiento determinista porque nos dice que la vida es aquello que hemos decidido.

El poeta nos invita a no volver jamás la vista atrás. La vista atrás la ponemos con el recuerdo de nuestras experiencias y debe servirnos para continuar nuestro camino hacia adelante. Así nos lo recuerda la expresión latina: 'Vita flumen', la vida como río que fluye por el cauce que hemos elegido, aprovechando experiencias pasadas que nos proporcionaron alegrías, bienestar, buenas amistades o nuevas perspectivas. Nuestra vida ha de ser un viaje sin pausa hacia adelante, con nuevos logros que le den sentido.

Van en contra de este poema los que erróneamente piensan que nuestra vida está determinada por factores genéticos, educativos o sociales, cuando en realidad no es así del todo, ya que nuestra libertad de elección es la que nos marca el camino a seguir hacia una meta elegida por nosotros. También van en contra del mensaje del poema los que de tanto mirar hacia atrás, se estancan en el pasado.