La verdadera cara del coronavirus

La relajación con el coronavirus es una estupidez supina y el amenazar con no apoyar la continuación del estado de alarma con sus pros y sus contras es una irresponsabilidad por las consecuencias que puede acarrear en todos los sentidos. El coronavirus no es una tontería. Quien ha podido ver la degradación física en cinco días de una persona no le desearía a nadie ese final. Pregunten a los sanitarios qué dicen sobre este virus que se come a las personas. Y todo por que nadie quiere perder su parcela de poder. ¡Qué simple es el ser humano!

No escribo esto para generar lagrimitas ni nada por el estilo. Escribo para remover conciencias, que la gente se acuerde de las degradaciones que han vivido y han finalizado con el fallecimiento de una persona próxima querida. Es la manera de ser conscientes de lo que estamos hablando. Esa es la cara final del coronavirus que puede llegar a cualquier sitio, a cualquier puerta por la estupidez o irresponsabilidad de algunos.